La idea no es nueva, por supuesto, pero en años recientes ha cobrado cierta fuerza en el discurso de autoridades educativas, escuelas y entre quienes algunas personas llaman «gurús». En principio parece fácil estar de acuerdo con la importancia de poner al alumnado al centro; sin embargo, es una expresión que según quién y en dónde la utilice nos puede conducir a prácticas contradictorias. Hoy muchas personas dedicadas a la educación debaten el sentido que tiene esta expresión y cómo evitar que nos conduzca a callejones donde se desdibujan los aprendizajes o se desvanece el valor que aportan la escuela en general y el profesorado en particular.
En esta conversación a tres bandas, el equipo pedagógico de SINCAJA nos invita a reflexionar sobre el sentido de poner al alumnado al centro y las implicaciones que puede tener esta mirada en la práctica.